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*TRISTE ANIVERSARIO: Greenpeace comienza en Polonia la construcción de su nuevo barco Rainbow Warrior ..

Greenpeace ha celebrado este sabado el 25º aniversario del sabotaje por parte de los Servicios Secretos Franceses de su mítico buque insignia Rainbow Warrior, con una gran ceremonia en Gdansk, Polonia, y el arranque de la construcción de su nuevo buque insignia que llevará el mismo nombre que el tristemente saboteado.

En la noche del 9 al 10 de julio de 1985, agentes franceses hundieron el Rainbow Warrior con minas pegadas a su coque en el puerto de Auckland, Nueva Zelanda. La organización ecológista había desplegado su navio en la región para dirigir una flotilla que protestaría contra los ensayos nucleares de Francia en el atolón polinesiano de Moruroa. Fernando Pereira de 35 años y miembro de la tripulación y fotografo murió ahogado bloqueado en una cabina mientras el barco se hundía.

"Hoy estamos aqui para rendir homenaje a la valentía de Fernando y de aquellos que estaban con él en el barco", declaró Kumi Naidoo, director ejecútivo de Greenpeace. El americano Peter Willcox, capitan del navio en 1985 guardó un minuto de silencio e inauguró la construcción del nuevo barco que deberá botarse en 2011.

El sabotaje del Rainbow Warrior provocó uno de los mas grandes escandalos políticos de la etapa del presidente Francois Mitterrand. El suceso resultó catastrófico para Francia como imagen de cara al mundo exterior. Para las organizaciones ecológistas tuvo el efecto de atraer a numerosos nuevos militantes, señala Lalita Ramdas, a la época militante en su India natal y hoy miembro de la Dirección de Greenpeace. "Para muchos de nosotros fue el suceso que ha jugado un papel de catalizador".

Y es sobre en todo Nueva Zelanda donde el sabotaje  manchó irremediablemente la imagen de Francia. Dos agentes secretos franceses que se presentaron como turistas suizos serian arrestados por la policia neozelandesa. Los otros agentes implicados no pudieron nunca ser arrestados. Despues de haberlo negado, Francia, con las presiones internacionales terminó por reconocer en septiembre de 1985 su responsabilidad en el atentado. Los dos agentes franceses fueron declarados culpables y condenados a diez años de prisión. Francia continuó su prisión sobre Nueva Zelanda para la aplicación de un acuerdo que se materializó en 1986 y segun el cual los agentes debian ser transferidos al atolón de Hao por un periodo de 3 años. Desde 1988 los dos agentes estuvieron de vuelta a Francia, suscitando la colera de Nueva Zelanda.